Garderid empezó a aceptar turistas hace un año tras el cambio de trono.
Allí, Chowon conoció a un hombre que, a pesar de su apariencia llamativa, dirigía un cafetería común y corriente.
Él era amigable con ella, una extraña, por lo que bajó la guardia sin darse cuenta.
«Suéltame, por favor déjame ir. Por favor…»
«Chowon, ¿lo ves? Me arrodillo ante de ti. Nadie ha podido ponerme así, pero tú lo haces con facilidad».
Colocó el muslo de Chowon sobre su hombro y murmuró alegremente.
«Chowon, quiero corromper tu alma, tu alma pura y noble»