Zulu regresó de dar un paseo llevando a los tres pequeños cachorros en brazos.
Por el camino, todos los que veían a los pequeños en sus brazos no podían evitar mostrar envidia y cariño, especialmente por el más gordito, Faser, que hacía sonreír a todos y atraer miradas como una flor.
Al ver que Su Yan ya se había levantado, Zulu sonrió y dijo:
“Ya hablé con algunos conocidos de la tribu conejo y de la tribu ratón. Dentro de seis días, organizaremos un banquete en el Templo de la Bestia Dios para celebrar el primer mes de los niños. Nadie ha dicho que no asistirá.”
Su Yan parpadeó, aún pensando en la noticia de que Rona había sido violada.
“¿Qué pasa?” preguntó Zulu.
“¿Ah? Oh… hagámoslo como dices.” Su Yan se acercó a mirar a los tres pequeños dormidos en sus brazos. “¿Escuchaste lo de Rona?”
“No he puesto atención.” respondió Zulu, sin interés alguno.
Emma estaba sacando las mantitas pequeñas para airearlas. Al ver a Zulu regresar, se apresuró a recibir a los pequeños.
“Justo pensaba salir a buscarte. Es hora de darles de comer.”
“Está bien.” Zulu entregó los tres peluches a Emma.
Emma, contenta, se los llevó en brazos.
“De verdad le encantan los niños, nunca se cansa de ellos.” dijo Su Yan con una sonrisa.
Zulu asintió.
“Es una buena persona.”
Xiao Luo los miraba, sintiéndose de más.
“Bueno… me voy a hacer botas. Hoy me encargaron otras veinte.”
“Espera.” dijo Su Yan. “Si no alcanzas a hacerlo todo tú solo, puedes contratar gente. No tienes que hacerlo todo por tu cuenta.”
Xiao Luo lo pensó.
“Es cierto, hay muchos machos que no son buenos cazadores, como yo.”
Su Yan asintió.
“Podrías buscarlos, montar un taller y organizar un trabajo en cadena. Hacer más botas de piel en tallas comunes y venderlas a otras tribus. Así, el negocio crecería mucho.”
Los ojos de Xiao Luo brillaron.
“Parece que sí se puede.”
“Claro que sí. Luego te hago un diagrama del proceso, lo entenderás enseguida.”
Desde que vio el vestido de Rona, Su Yan entendió lo atrasada que estaba la zona oeste y cuánto espacio había para desarrollarse. Lástima que lo que ella tenía era un sistema de crianza y no uno de emprendimiento… ese lugar era un verdadero tesoro sin explotar.
“Bien, voy a hacer las botas. Cuando tengas el diagrama me lo das.”
“Ve a trabajar.” Su Yan asintió.
Zulu la miró con una sonrisa en los ojos.
“¿Acaso has estado en la zona este?”
“¿La zona este?” Su Yan negó con la cabeza.
“No he estado.”
“Algunas fábricas y talleres del este son como lo que acabas de describir.”
“¿Te lo dijo tu amigo de la tribu Peng del este?”
“…Sí.”
“Voy a comer algo y luego pasaré por la casa de Ashley. Rona se quedó sola y fue blanco fácil.”
“Si quieres ir sola, no lo permitiré. Además, debo hablar con el chamán sobre usar el Templo de la Bestia Dios para el banquete.”
“Está bien.”
……
Grom salió de la sala de partos con el rostro grave.
La esposa del jefe esperaba afuera, ansiosa.
“¿Cómo está? ¿Rona está bien?”
Grom suspiró con pesar.
“Se salvó la vida, pero el útero se desprendió. Ya no podrá tener hijos.”
La esposa del jefe se desmayó de la impresión.
Grom pidió que la llevaran a descansar a una habitación.
Ashley salió después de la sala, también con expresión grave.
“Ya despertó, pero no deja de llorar.”
“A veces, cuando una se muestra demasiado, atrae la desgracia.”
En el banquete de ayer, Rona había estado vistiendo su bonito vestido, paseándose como una mariposa llamativa, demasiado vistosa.
En ese momento llegaron Su Yan y Zulu.
Al verlos, Grom suavizó un poco su expresión.
“Han venido.”
Zulu dijo:
“Necesito pedirte un favor, chamán.”
“No es molestia, no es molestia. Vamos afuera a tomar un té. He preparado uno nuevo, ayúdame a probarlo.” dijo Grom con una sonrisa.
Zulu respondió con calma:
“Un honor para mí.”
Su Yan se quedó hablando con Ashley.
Ashley miró hacia la sala de partos.
“Rona está dentro.”
“¿Ella? ¿En la sala de partos?” Su Yan se sorprendió.
Ashley asintió.
“Perdió el útero. Ese bestia errante tenía garras con púas y le destrozó todo por dentro.”
“¡Dios! ¿Cuánto debió sufrir en ese momento?” Su Yan quedó horrorizada.
“Así es. Aunque Rona era de complexión fuerte para ser de la tribu ratón, de no ser así, no habría sobrevivido la noche ni esperado a la patrulla. ¿Quieres entrar a verla?”
“Mejor no. Ahora lo peor sería que se alterara más.”
“Sí, mejor que no.”
Aunque no entró, Su Yan abrió el mapa del sistema para ver cómo estaba Rona.
En ese momento llegó alguien más.
Su Yan miró: era Jialian Valtor.
Se acercaba apresurada, pero al ver a Su Yan, en sus ojos cruzó fugazmente un destello de odio y lástima.
Con el mapa del sistema abierto, Su Yan captó perfectamente ese detalle. Sus pupilas se contrajeron, pero su rostro se mantuvo inmutable.
“¿Dónde está la hermana Rona?” preguntó Jialian con el rostro lleno de preocupación.
Ashley respondió:
“Está en la sala de partos. Tú te llevas bien con ella, acompáñala y anímala, pero no la alteres.”
“Lo sé.”
“Adelante.”
Jialian entró en la sala.
Rona había llorado tanto que la voz se le había vuelto ronca. Al oír pasos, levantó la vista. Al ver que era Jialian, contuvo el llanto.
“¿Qué haces aquí? ¿A reírte de mí?”
Jialian se arrodilló junto a la cama, con el rostro lleno de compasión, incluso derramando lágrimas.
“Aun así, estás mejor que yo. Yo soy una hembra del Foso de las Hembras; no hay bajeza que no haya vivido. Por tener fertilidad baja, me han maltratado de las formas más crueles.”
Las emociones de Rona se calmaron un poco.
“Quizá ahora yo también acabaré como tú. Sin útero, ni siquiera valgo como una hembra de baja fertilidad.”
“¿Cómo dices eso? Tu padre es el jefe de la tribu ratón. Como sea, te protegerá.”
“No. Conozco a mi padre. Me consiente porque le soy útil. Si dejo de tener valor, me abandonará sin dudarlo. Además, últimamente ha estado pidiendo al chamán que le busque hembras de buena fertilidad para casarse otra vez.”
“Ahora que lo mencionas… Su Yan Milut también vino. Está afuera hablando con Ashley. Tenía cara de estar muy orgullosa, parece que volvió a quedar embarazada.”
“¿Qué? ¿Está embarazada otra vez?” Rona se alteró de inmediato.
Jialian solo lo había dicho al azar, sin saber que era cierto.
De pronto, chorros de sangre comenzaron a fluir por las piernas de Rona…
Al ver eso, Jialian se llenó de pánico y gritó:
“¡Ashley, rápido, entra!”
Ashley frunció el ceño.
“Voy a ver.”
Su Yan dijo:
“¿Quieres que yo también entre?”
“Mejor no. Ve a llamar a la abuela.” Ashley sabía lo celosa que era Rona de Su Yan. Si ella entraba, Rona sería capaz de levantarse de la cama de un salto, y las consecuencias serían desastrosas.
Su Yan, en realidad, había estado observando todo con el mapa del sistema. Vio cómo Jialian había tocado justo las heridas abiertas en el corazón de Rona, echándole sal encima y torturándola más.
minkive
Hace 1 día - #6498