Y de repente un día, mi hermana murió

Cuando mi hermana mayor, quien se había marchado para unirse en matrimonio con el príncipe caído y monstruoso, volvió muerta, mi vida dio un giro inesperado. "Saludos a la futura princesa consorte del príncipe caído", me dijeron. ¡Así fue como me convertí en la siguiente!

Yuan no pensaba dejarse intimidar por la hostilidad del príncipe. Por más que él la ignorara, ella no volvería jamás a esa horrible casa. Claude, por su parte, pensaba: "Si no quiere regresar, que se muera, pero lejos de mi puerta". Él nunca imaginó que su novena esposa permanecería a la intemperie por tres días enteros.

"¿Qué tal si consumamos el matrimonio?", soltó Yuan, deteniendo en seco a Gustav, el mayordomo. "Si lo hacemos, Su Alteza no podrá deshacerse de mí, ¿cierto?". El mayordomo la miró con los ojos como platos, asombrado por su audacia. Yuan estaba decidida a quedarse en esa confortable mansión, a cualquier costo.